Cuando una persona amada se va, sentimos que se lleva parte de nosotros y nuestra vida con ella. La verdad es que no se puede llevar nada, todo lo que te dio se quedará contigo, lo que aprendiste a su lado lo mantendrás y las experiencias se convertirán en recuerdos, se convertirán en tu historia. Y lo que tú le diste lo hiciste con convicción, y así como diste, puedes volver a crearlo para ti, pero nuevo y mejorado. Perder a alguien puede ser lo peor que te pase... o una oportunidad para conocer cosas de ti mismo que no sabías.