Recostado en la fría orilla del río, sangrando constantemente desde la herida procedente de mi abdomen tras una apuñalada, esperando un rayo de esperanza, aquel que sería imposible y que, por tanto, me llevo a mirar el cielo despejado que se encontraba en cima de mí, parecía que rezaba, pero ¿a quién? Mientras analizaba todo aquello logre enfocarme en pensamientos aún más profundos por ejemplo con lo que llegue a soñar, que es en definitiva demasiado deprimente, el saber que tu mente siempre estará más lejos de la realidad y que por consecuencia la imaginación se convierte en una tortura constante para tu vida, sabes que hacer, sabes que quieres, pero esta fuera de tu alcance, si tan solo pudieramos tener el poder de elegir, hacer y deshacer quiénes somos y nuestra forma de vida, entonces, solo nos quejariamos por tener tanta libertad y desearíamos poder solo soñar, por que así somos todos los seres humanos, criticamos todo aquello que nos causa dolor. Y ahora yo soy el causante de mi dolor, criticarme sería reconfortante mientras muero desangrado, pero el dolor no se irá, no, por que el dolor no es esta apuñalada, por que la sangre que se derrama no tiene valor, la soledad es parte del dolor, estoy solo, y eso no solo duele, sino también, me asusta, al fin algo me asusta y es quedarme sin él.
Capítulos de +900 palabras.
OTP Yoonseok.
Historia larga.