CNCO se ha acabado, desde que Chrisdiel acabó la farsa de ser mejores amigos. Todo se ha ido al carajo. Zabdiel no puede dormir por la pena de que todo ha acabado por su culpa, y se ha llevado consigo a sus mejores amigos, pero no ha sido el único culpable. Christopher es tan culpable como él. Las pocas veces que puede conciliar el sueño, lo ve a él, y cada vez que eso pasa puede darse cuenta que aún cae en sus redes, aunque sólo sea una ilusión. Recuerda tanto lo feliz que fue, que se olvida que el castaño hechó a perder lo que le dió, su alma. No quería enamorarse, pero pasó. No quería dejar de amarlo, no lo hizo, pero él lo hizo odiarlo. Son sólo reclamos de lo que pudo haber sido y no fue. En sus sueños, sus voces gritan a solas perdón, pero es algo que nunca pudieron hacer.