- ¡Deja de molestarme Hoseok!- Grité con fuerza cuando sentí sus manos enredarse en mi cabello mientras jalaba con diversión. - Por eso nadie te quiere, estorbo, porque eres un inútil que no puede soportar juegos de ¡HOMBRES! ¡ERES UNA JODIDA NIÑA!-Su aliento impactó en mi cara, sentí menos miedo cuando deje de sentir sus manos en mi cabeza. Mi cuerpo cayó al suelo, ví como el se alejaba con una sonrisa burlona. La valentía llegó a mi y decidí enfrentarme a mi verdugo. -T-te odio... Hoseok.