Las conversaciones por la noche son las mejores. Ambos necesitaban un lugar donde sus corazones pudieran descansar. Mensaje a mensaje, se salvaban de una realidad dolorosa. Aunque las cosas fueran difíciles, la conexión entre ellos no podía romperse ni siquiera por la distancia que los separaba. Un mensaje al final del día, era un paso cada vez más cerca a aquello por lo que habían huido toda la vida.