Un martes decidí no llorar mas, fue como un click que me hizo la cabeza, algo que me dijo 'basta', y me sentí bien. Pasaron días y mi mente estaba alígera, sin preocupaciones, podía decir que estaba tranquilo, pero los pensamientos de lo que alguna vez fue, aparecen como una brisa suave que te acaricia la cara y te das cuenta de que se acerca una tormenta, de esas que vienen con todo, y después, sale el sol, y volves a tu vida normal, como si nada, como si el pasado se borrara y recapitulas tu vida en cada escena que después desaparece, y queda atrás, como ese alguien que estuvo de pasada en vos, y vos, quedaste de pasada en el recuerdo de lo que fue.