Mi nombre es Hermione Granger, tengo 17 años y soy hija única. Este año, será mi último en la preparatoria, extrañaré a mis amigas y por supuesto a mis queridos ''amigos'', ya sabrán a lo que me refiero.
Todavía no logro olvidar a ese chico, con el cual tuve un pequeño y desafortunado accidente aquél día. Admito que me sacó de quicio, y nunca me llevaría bien con él, pero algo me llamó la atención.
Tenía el presentimiento de que lo volvería a ver.
Pero nunca me imaginé que, poco tiempo después, estaríamos viviendo bajo el mismo techo.
Escucho pasos detrás de mí y corro como nunca.
-¡Déjenme! -les grito desesperada mientras me siguen.
-Tienes que quedarte aquí, Iris. ¡Perteneces a este lugar! ¡Tú no eres una humana normal! -grita un guardia sin dejar de perseguirme...
-¡No! Yo pertenezco a mi ciudad, con mis padres... -cuando estoy por llegar a la salida veo a dos chicos.
Practicando con espadas...
-¡Sky! ¡Atrápala! -grita Rick...
Uno de los chicos desvía su mirada y nuestros ojos se conectan
Sus ojos dorados me miran fijamente...
Revolotea despreocupado su cabello rubio, pero luego...
Se da cuenta de lo que sucede y me apunta con su espada
Yo me detengo inmediatamente...