En el cuarto del conserje.

Ente cuerdas, baquetas y un cuarto de limpieza húmedo se podía percibir el amor entre jóvenes que nunca habían dudado de lo que eran o de lo que querían, pero si de algo estaban seguros, es que nunca querían salir de allí, de entre sus brazos.

"-Deberíamos irnos, las clases del profesor Jahir empezarán y no debemos llegar tarde -susurró Alonso en el templado pecho de Skull, quién le brindaba de su calor en esa tarde de invierno.

-Sí, deberíamos, pero sé que ambos no queremos -contestó Skull sujetandolo con más aprieto, no quería soltarlo nunca".

Xoxo 7u7