Uno de los principales aprendizajes de haber vivido 16 años en el extranjero es que no deberíamos entender la expatriación única y exclusivamente como una oportunidad profesional. Debe ser y la tenemos que percibir siempre como una doble oportunidad. La profesional, por supuesto, pero también la de crecimiento humano, un acelerador del proceso natural de madurez personal y, por extensión, del resto de miembros de la familia. Os comparto a continuación mis key learnings de una vida como expatriado.
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