PARÁLISIS DE AMOR

Mi nombre es Víctor Robles, Roble como un árbol, que curiosamente, es un árbol grande, fuerte, majestuoso y hermoso; no me considero hermoso, soy un hombre, aunque este Roble es una gran coincidencia en mi vida; en especial conmigo y les diré la razón.
Nací el 10 de septiembre de 1987 a las nueve de la mañana, en un día demasiado soleado, mi madre dice que yo brillaba más que el mismo, ridículo, pero no soy quien para retratarla, fue un parto normal hasta que quince días después fui atacado por una fiebre y piel amarilla, la bilirrubina se me había subido, era demasiada alta, el doctor le dijo a mi madre que era normal, que me pusiera al sol, mi madre lo hizo, pero el problema radicaba en algo mucho más problemático, algo mucho más ... fuerte, dos meses después para ser un recién nacido, no me movía y tampoco balbuceaba, era un vegetal, quince días después no entendía porque mi mama lloraba, solo podía sentir el vació de sus lagrimas en mi camisa azul de dormir, a mis catorce años lo entendí todo, yo no era normal, yo era especial, parálisis cerebral desde mi nacimiento y creí que todo estaba perdido para mí, me aterraba pensar en la muerte de mi madre, ella lo era todo para mi, era mi dependiente si ella moría quien guiaría mis pasos y a mis veintiún años la encontré, con sus rizos locos y su risa escandalosa, con una piel de porcelana increíblemente blanca, ella entro en mi vida y me hizo entender, que yo era especial, especialmente normal.