Elena es en su mayor parte un ejemplo de como se supone que crece un joven sano emocionalmente. Hasta que llegamos a su severo problema de decir no. No es lo que debió salir de su boca cuando Nicholas la invito a salir un jueves por la noche, pero no lo hizo. No es lo que debió decir cuando Evan le pidió permiso para besarla en el pasillo del colegio pero no lo dijo. No es lo que debió gritar cuando Gabriel le pregunto que si le gustaba pero se paralizó. Ella tiene un montón de problemas y para solucionarlos bastaba con usar dos letras. Muchos de ellos causados por sus ganas desesperadas de vivir un romance lo que la termino embarrando de lodo. Pero ahora ya no es suficiente decir no y a Elena solamente le queda afrontar o dejarse arrastrar por la bola de nieve que ella misma creo