La mayoría de los padres piensan que la depresión, las inseguridades y muchísimas cosas más, son cosas que todos los adolescentes sufren, y no solo en la adolescencia, hasta los mismo adultos o jóvenes sufren de esos terribles males. Pues no, no son etapas que todo adolescente pasa. La depresión no es fácil de llevar, no es algo que te empieza hoy y termina mañana. Es algo duele hasta lo más profundo de tu ser. Algo que aunque sonrías para decir el típico "Estoy bien" Duele. Ese "Estoy bien" Esa palabra tan fácil, oculta tantas cosas. Ese estoy bien se siente como dagas atravesando por todo tu cuerpo. Ese maldito estoy bien a raíz del tiempo ha llevado a millones de personas al suicidio, o en algunos casos al borde del suicidio. Ese estoy bien ha destruido a miles de personas tantas veces y lo más duro de todo, es que nadie se da cuenta.
La inseguridad es algo tan grande que abarca tantas cosas. Tantas cosas que solo sabemos los que la hemos vivido. Es tan triste que una persona no salga de su casa por no querer que las demás personas vean su cuerpo. Es tan triste que una persona llore en las noche por sentirse Inferior a los demás. Es tan triste que persona deje de comer por estar en los estándares de "Belleza" de nuestra querida sociedad. Es tan, pero tan triste que tu propia familia te critique por ser lindo o por no tener el cuerpo 90, 60, 90 o por no tener la figura "Linda". Es tan triste que confíes más en un desconocido que en tu propia madre o padre.
Hay tantas cosas por las cuales aveces no podemos dormir, comer, hablar, expresarte, o simplemente feliz. Hay tantas cosas que nos hace sentir inferiores...
No crei que el amor me llegaría a los 24, mucho menos que era una niña de 17.
¿Problemas?
Uno: es menor.
Dos: es hija del pastor.
Tres: a mi hermano le gusta.
Cuatro: ¡es mi alumna!
Y cinco: es una chica...
Aunque lo último a mi no me importaba.
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En edición.
Finalizada.
Mi gato es el autor 🐱