Estoy metida en mis profundos pensamientos hasta que lo veo a el, con sus amigos y me quedo mirando como una tonta, espero que no recuerde lo de la noche anterior, Dios que vergüenza. Dios viene hacia mí: -Hola María, ¿Cómo estás?._ Me dice con esa hermosa sonrisa que tiene. Yo como toda tonta no se que decirle. Hasta que digo: -Hey, ¿Qué tal todo?._ Dios que acabo de decirle. Salgo disparada para que no se burlen de mí, que vergüenza. Esta es una historia de una chica que estaba obsesionada con su compañero de preparatoria. Ella jamás pensaría que en una nocge su vida cambiaría.