(RESUBIDA)
- ¿Puedes explicarme de nuevo - preguntó un estudiante a la profesora.
- Cuando algo o alguien viaja en el tiempo, parte la línea temporal en dos. - le volvió a explicar la maestra - Si alguien llega a viajar en el tiempo, la línea recta que parte de los inicios hasta el infinito, se divide, creando líneas alternativas. ¿Hasta ahora entiendes? - le preguntó.
- Sí Sensei... - le respondió.
- Al partirlas, lo que era su futuro, si este sujeto llegara a volver, cambia, pues si viaja al pasado.... - la interrumpió el chico.
- Si viaja al pasado, su sola presencia puede hasta evitar que naciera, y si viaja al futuro, el sujeto cambia. - terminó lo que iba a decir su maestro.
- Ajá, y nunca vuelve a ser el mismo... - sonrió de medio lado.
- ¿Pero si se viaja al futuro, se cambia el pasado del futuro? - preguntó confuso.
- No, sí la línea temporal se parte es para evitar alterar el pasado de los del futuro, conservando el futuro, aunque distinto. - le explicó a su alumno.
- Pero... ¿Y si no se parte?... - preguntó con algo de temor - ¿Se cambia el futuro?
- Sí.... - le respondió.
- No entendí muy bien esa parte... - la mujer suspiró.
- Si conoces a tu yo pasado, por qué viajó en el tiempo, pues tú pasado no se va a alterar, pero sí tú futuro, lo mismo si tu yo de niño volviera.... - le explicó casi que con plastilina.
- Ahhh, Gracias sensei, ahora comprendo. - le sonrió y su maestra suspiró - La invito a almorzar.
- Jeje, gracias... - se marcharon.
Gi-Hun busca acabar con los Juegos, pero no sabe que In-Ho, el hombre tras la máscara, arriesga todo para protegerlo. Entre la tensión de los retos y las miradas, ambos se acercan peligrosamente, atrapados entre el deseo, los secretos y un sentimiento que podría destruirlos.