Entonces las luces cubrieron su rostro, su sonrisa aún infantil y sus manos pequeñas te hicieron sentir cálido mientras enredada sus dedos con los tuyos. "Es hora de ir a casa" Oliver tiene un sueño repetitivo, y sus padres empiezan a preocuparse aún si su psicóloga dice que es sólo una etapa. Todo comenzó tan dulcemente que no supo ni donde su vida empezó a romperse.
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