Annette consulto una vez más la hora en su reloj de mano, y suspiro. Las agujas del mismo marcaban las 23:00, y él aún no aparecía por el lugar. Marco le llamo la atención, y pudo dejar de ver la puerta, después de estar toda la noche así. Camino a la cocina, y observo que las luces ya estaban apagadas, y todos comenzaban a cantarle el feliz cumpleaños, mientras Mario encendía la vela de la torta. Soplo con fuerza, y el lugar de lleno de aplausos. El celular comenzó a sonar, y bostezando lo tomo entre sus manos. Pudo ver su nombre allí. Atendió la llamada, y lo único que escucho fue una disculpa por no haberse presentado.