-¡Quédate en ese lado, maldita sea Molly, hazme caso por una maldita vez en tu vida!- apunté con mi arma hacia la esquina en la que los tiros no la podrían tocar. Corrió llorando hacia allí-.
-Jô, tengo miedo. ¡Por favor, detente!- abrazó sus rodillas y metió su rostro entre ellas. Me arrastré hasta llegar a ella-.
-No tanto como yo, Molly, no te puedo perder. Deja de llorar, todo va a estar bien, yo te cuido- me senté a un lado de ella y me abrazó desconsolada por la cintura-.
-No puedes protegerme para siempre, no puedes seguir...- la tomé del mentón y subí su cara a la altura de la mía-.
-Mírame. No puedo despegarme de ti Molly, ni un segundo; nadie me entrenó para eso.- observé sus ojos verdes brillando por las lágrimas y sus múltiples pecas adornando sus mejillas- Nadie-.
-¡Bjorn!- gritó con los ojos desorbitados y señaló con su dedo índice un punto detrás de mí, escuché el corte de cartucho del arma. No puede acabar aquí, no la puedo perder así, ella confía en mí. No hoy.
Sofia es una chica de apenas 20 años que se quedó huérfana a la edad de seis años, dado que sus padres fueron asesinados.
Nunca supo que quería hacer con su vida, hasta que presenció la muerte de sus padres y le dijeron en lo que realmente trabajan. ESPÍAS.
La agencia la cuidó y la rescató de las calles, la trataron como un tesoro, como la cosa más preciada del universo, como un diamante.
El día del funeral de sus padres se dio cuenta de que estaba sola y que a partir de ahí todo cambiaría.
Tambien se juró encontrar a los asesinos de sus padres y desde ahí decidió que era lo que quería... ESPÍA.
Cuando la Sofia y su grupo son contratados para vigilar y proteger a la hija del presidente de Estados Unidos, ¿será Sofia capaz de apartar sus sentimientos por Morgan o sucumbira en la tentación de lo prohibido?