El arte y el asesinato siempre están de la mano, no puede existir uno sin el otro, los dos necesitan un encuadre y un lienzo, una música y un sentimiento, la existencia es una, el arte y el asesinato es un matrimonio tan viejo como esta existencia. Alexander Verdugo puede que no sea el chico más artístico de todos, pero ha de aprender rápido si quiere sobrevivir; un juego macabro, auspiciado por un demonio lo obligara a rápidamente tener algo que defender y algo que pintar en el lienzo del piso vacío. Una serie de cuatro asesinos están destinados a enfrentarse, y la única manera de defenderse es cazarlos a todos. Los búhos como criaturas del perfecto arte del asesinato, serán la inspiración para hallar a cada momento exacto y clavar el cuchillo donde corresponde, ya que no solo se mata con sangre derramada, se mata amando y perdiendo.
Alerta de autor:
-Los asesinatos y el sexo ocasional tratan de invitar a que los sentimientos sean realzados, la memoria, junto a la unión de la deducción motivacional, de cada uno sean puestos aprueba en unir las piezas de los asesinatos. Si son de tu gusto y te dan asco es cosa tuya, yo solo narro lo que muchas veces ha pasado por mi cabeza, espero que logres disfrutar tanto como yo disfruto narrando esta historia incontables veces.
-Nicolas G. Hincapie