Kunoichi de los cabellos dorados 4/4

Por el momento me mantengo al margen de los conflictos graves y trato de usar sólo los jutsus de defensa y equilibrio a fin de hacer el mínimo daño y nunca a un inocente. Planeo ir pronto a estudiar medicina con los gaijines, para intentar limpiar las manchas de sangre de mis armas y colgarlas definitivamente junto a la chimenea de mi choza en el bosque encantado.

Espero que hayas tenido tiempo de estudiar el rollo de los jutsus que te conseguí de la tierra de los gaijines, quizás no tanto el rollo en sí, sino su lengua y cultura, que a mi parecer tiene un gran nivel de piedad, poder y consciencia social, sobre todo en estos tiempos inciertos para la nación.

Como sabes después de la gran invasión, muchos shinobis fuimos perseguidos por diversos samurais y ronin a sueldo, entablando varias batallas en distintas regiones de toda la nación. Fuimos dispersados, y muchos nos vimos forzados a movernos de noche por entre las copas de los árboles, actuando como oídos para la resistencia, arriesgando nuestras vidas con ayuda del Kagemane a fin de confundir a nuestros enemigos y escuchar el máximo de los planes de los invasores, a fin de poder ofrecer la mayor cantidad de defensas y estrategias posibles.

Estoy seguro que esto lo sabes y que las aves mensajeras de tus estudiantes te mantienen al tanto cada día, las he visto de vez en cuando cerca de los ríos y parajes antiguos, como también escucho como corren la voz en sus distintos cantos, ante cualquier novedad.

Debo marcharme,

Te envío una flor de cerezo junto al cuervo de tres ojos

さようなら私の貴重人 (sayounara watashi no kichouna hito)