Y una vez más quise ver esos ojos ambarinos, profundos y al mismo tiempo frios.
Quise sumergirme en sus profundidades, sin el más minimo recato o miedo a perderme.
Quise ver una vez más esa estoica mirada, que por alguna razón me fascinaba... Quise saber, el por qué mi cuerpo temblaba, por qué mi respiración se acortaba, por qué no podia articular palabra coherente, cuando el me miraba; no podia entendía como alguien podia descontrolarme de esta manera.
Con solo mirarme me sentia desnuda, sentía su escrutinio hasta lo más profundo de mi alma; me sentía vulnerable frente a él y aun asi me parecía fascinante.
Tal vez estaba loca, nunca supe de alguien que le gustara sentirse asi de intimidada pero, por alguna razon a mi si.
Sus ojos dorados revoloteaban en mi mente dia y noche, eran mi obsesión. Odiaba pensar que su mirada, mi mirada ¡mia..! Mirara a otra que no fuese yo, anhelaba toda su atención en mi.
Queria que con esa mirada tan suya, me recorriera de pié a cabeza, que me desnudara, que me deseara; que me hiciera el amor. Con solo su mirada me excitaba, me mojaba, me calentaba al punto de ebullición; despertanado en mi los mas pervertidos y erotico pensamiento e instintos que jamas habia tenido...
Era curioso que con solo una mirada despertara cada sentido, cada perte de mi cuerpo; y solo él, el hombre de mirada ambarina, dorada como el sol, profunda y al mismo tiempo fría, me hacia sentir asi....