Stiles no era exactamente feliz, pero estaba bien y eso era suficiente. Estudiaba, tenía a su familia y a su gemelo, no necesitaba nada más.
Solo que esa era una mentira atroz. Stiles estaba llorando por amor, por libertad, por alguna clase de reconocimiento y se odia por eso.
Eso, hasta que conoce a Peter, quien llega a su vida para mostrarle todo lo que no puede tener y Stiles se rompe un poco más.
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Advertencia: mención de violencia, intento de suicidio y manipulación, lee bajo cuidado.