Después de ciertas situaciones que comenzaron a pasar en mi vida, me di cuenta que está perdiendo mi tiempo y adolescencia, yendo detrás de algo que no me hacía feliz.
Sin querer y por pura casualidad llego a mi vida una mujer que jamás había visto y que nadie conocía, pero que me hacía sentir única, deseada y amada. Ese juego de amores prohibidos es divertido y excitante, porque tienes miedo de que te atrapen con las manos en la masa, pero la masa es muy provocativa. Comencé a vivir historias con ella y momentos los cuales nunca me imaginé llegar hacer, yo, siendo una persona tan inexperta sobre el sexo y menos el lésbico, comencé a sentirme dependiente de ella, su amor, su pasión, besos, sus manos y fanática número 1 de su lengua.
Vivimos, nos amamos, nos odiamos y cogimos tan salvaje tantas veces que ya no me acuerdo y no quiero dañarte la historia, así que dejare que leas y te adentres a mi vida a través de mi diario.