En algún momento te amé más que a nada.
Ahora, tal vez, amaré tu recuerdo.
Pero quiero que sepas, que no tienes idea de cuánto te amé, de cuánto inconscientemente te esperé; si tú vinieras en este mismo instante, no dudaría un segundo en irme contigo.
Estaría dispuesta a cambiar todo lo malo, y lo bueno, todo. Toda mi vida, todo mi ser, por que tú sólo me consideraras aunque sea un momento... que me amaras con la misma intensidad con la que ahora te necesito.
Sin embargo, quiero tener fe en que lo nuestro ha sido sólo unos largos puntos suspensivos. Porque tú y yo no podemos ser un punto final.
Historia Original / JENLISA
Por Eduardo Morales