En un lugar donde nada es posible y todo es inventado, donde la realidad y la fantasía se dan un beso de muerte lenta y todos somos espectadores del encuentro del sol y la luna, en ese lugar te contare una historia. Desde los tiempos dinásticos todo tiene un orden establecido del cual regirse y en este caso no es la excepción, en la región de Hasternon, todos somos iguales y nadie es exclusivo, no importa si eres del linaje de agricultores, servidores o protectores; pero esta ley no vale si eres un abandonado, aquí nos llaman los desechados, no tenemos derecho a ir a la ciudad o simplemente hablar con los que si son parte de la dinastía, si lo intentamos nos echan como comida de cocodrilos. Los desechados somos un grupo de mas de treinta personas que no tenemos un origen, solo estamos aquí. Somos como árboles que crecieron sin tener un fundamento histórico y nadie sabe quién los coloco donde se encuentran justo ahora, somo prácticamente invisibles a los ojos de todos y lo peor es que nos gusta ser quienes somos, después de todo no tenemos elección.