Mi madre me contaba que en este mundo existen tres géneros donde las personas se dividen, alfa, beta y omega, pero que solo los alfas y los omegas sufren de un efecto llamado destino, donde estas almas están atadas de por la eternidad a estar juntos. Y ahora encontré a mi destino y no pienso soltarlo ya que plano una vida con el y nuestros futuros hijos. El destino nos juega varias bromas pero que creo que se ensaño conmigo no solo me lleva al infierno sino que resulta que mi destinado es un ¡¡¡demonio !!!!, no se como resultara esto ya que tengo que evitar que me descubran que soy humano.