Daniel Perea, recién licenciado en medicina, proviene de una familia acomodada. Su padre trabaja en la industria maderera y su madre era pediatra pero dejo de trabajar para dedicarse únicamente a sus hijos. Acaba de licenciarse y como buen chico de 25 años se va con sus amigos de universidad a correrse una buena fiesta a base de alcohol, drogas y chicas.
-Has visto esa castaña? -Samuel como siempre interrumpiendo mis pensamientos.- Es increíble, y como a ti te gustan. -Me suelta un codazo.
-Cállate Samu, te he dicho doscientas veces que dejes de buscarme pareja.
Busco con la mirada a la chica, supuestamente increíble, y dios. Escupo de una manera muy poco atractiva el final del Margarita que me estaba tomando. Una chica castaña de escándalo esta en una esquina buscando con la mirada algo con lo que divertirse ya que parece extremadamente aburrida, derrepente sus ojos se posan en mi y no puedo evitar sonreír. Sí hubiera sabido lo que me esperaría, me meto la sonrisa en el culo.
Asher pensaba que tenía una vida perfecta. Era el mejor en su equipo de hockey, tenía las mejores notas en la universidad y un grupo de amigos que parecían serle fiel.
Pero cuando conoce a Skye, la hermana de uno de sus mejores amigos cree que la chica está loca. Tiene una actitud tan dura que es difícil de romper y suele irritarlo todo el tiempo desde que se ha mudado a vivir con su hermano y él.
Y cuando los chicos del equipo le proponen que no conseguiría conquistar a alguien como Skye, lo ve como un reto que está dispuesto a jugar, una apuesta para conquistar el corazón de alguien como Skye es suficiente para que Asher acepte, pues es demasiado competitivo y no está dispuesto a perder su puesto en el equipo de hockey y pasarse el resto del año en la banca como le han apostado.
Sin embargo, a medida que conoce a Skye, Asher se da cuenta que la chica es todo lo contrario a lo que le ha tratado de demostrar, conquistarla no parece tan complicado como pensaba y el corazón de ella no parece ser el único en juego.