Desde el asesinato de sus padres hace 4 años, Tena, se ha aislado en un mundo de silencio, del que solo sale cuando canta. Ha construido a su alrededor una burbuja inquebrantable, por la que nadie puede ver a través de ella.
Nathan lleva toda su vida solo, condenado a un hogar poco real. Con unos padres demasiado ocupados como para pasar tiempo con él, tiene la libertad total de hacer lo que le venga en gana.
Con constantes fiestas y un grupo de música como hobbie, la vida que se ha creado se ve cada vez mejor como un escape de la realidad a la que se enfrenta una vez que llega a su casa .
Pero su estilo de vida se ve truncado cuando por un castigo impuesto por su tutor de la universidad es obligado a unirse al coro de la facultad.
Tena no quiere saber nada de Nathan en cuanto lo ve, pero Nathan es demasiado curioso respecto a Tena.
Y a veces el camino a la curación viene en doble sentido.