De todos los sentimientos que podemos experimentar los seres humanos a lo largo de la vida, seguramente el amor, es el que nos muestra en la mayor cantidad de facetas. El amor nos hace versátiles. Podemos renunciar a algo por amor, podemos herir por amor, proteger, cambiar de hábitos, cambiar de amistades, cambiar de creencias, cambiar de valores y de prejuicios. Incluso dicen, los que intentan justificarlo, por ciertas patologías, que podemos "matar por amor" o "morir" por él. El amor en todas sus formas nos hace salir absolutamente de todo aquel estado de confort en el que solimos habitar cuando aún no lo habíamos experimentado. Por eso cuando llega, nos desacomoda, nos cuestiona y nos hace reestructurar mucho de todo aquello de lo que vivimos hasta ese día en que apareció sin aviso. También nos hace frágiles, tiernos, incautos, vulnerables a su encanto. A pesar de su complejidad, es tan simple de experimentarlo sólo con "sentirlo". Quizá sentiste que lo habías conocido, hasta que irrumpe algo que te sobrepasa, que te parece tan ajeno a lo que venías llamando amor... que no podés definirlo dentro de tus sentimientos habituales. Pero ahí está... y llegó prepotente y arrasador para romper todo aquello que hasta ese día creías que sabías. No sabe de edad, no se pauta tiempo. Simplemente ocurre. Y cuando te alcanza, ya nada vuelve a ser como antes de su llegada. Esta es una historia Acerca del amor, el amor en todas sus formas.
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