La vida agarró a patadas al pobre Marco André. Desde niño sufre una enfermedad que le impide poder caminar bien y hacer muchas cosas que le apasionan, entre ellas: el fútbol. Al no querer darse por vencido, decide buscar un trabajo que combinara ese deporte del balón pie con otra de sus pasiones: la fotografía; para poder juntar dinero y además de volver a la escuela, poder encontrar la cura para su enfermedad. Ahora la vida le presentó esa oportunidad que tanto anhelaba y con ella uno de los más grandes obstáculos: darse cuenta que tendrá en frente a su gran ídolo y descubrir que esa persona a quien tanto admiró, no resultó ser quien realmente creía y se convertirá en quien jamás se lo imaginó. Aprendamos a soñar como cuando jugábamos de niños, a gritar con pasión como en el estadio y a amar incondicionalmente en cada batalla. Aprendamos a dar ese abrazo de gol.