Pensaba que era feliz, supongo que solo pensaba. Solo tenía 9 años y podía sentir como mi vida se venia abajo. -Papá, ¿llegaras a dormir? - Yo era la más apegada a mi papá y por ende la que más afectada salió de todo este desastre. Vivía dentro de un caos, mamá y papá peleándose a muerte y yo solo veía como mi padre golpeaba a mi madre y mi madre como golpeaba a mi padre. Desde muy pequeña me convencí que el amor no existía, pues quien debía de protegerme fue el primero en romper mi corazón y ese hombre era mi padre. Se suponía que un padre debía proteger a sus hijos pero mí papá no lo hacía.