-Alejate idiota no estoy para tus estupideces-dije rodando los ojos -algún día estarás tan loca por mi que no me querrás lejos ni un segundo-dijo mirándome fijamente con aquellos ojos esmeraldas que derretían todo mi ser -ja! Sigue soñando, ahora sueltame que no estoy para tu guarradas-dije mientras me zafaba de su agarre -eso ya lo veremos-dijo a la vez que me penetraba con su profunda mirada,soltó mi cintura con delicadeza mientras me miraba fijamente -Ashl dios dame paciencia!- dije exasperada mientras rodaba los ojos por décima vez en la noche Se acercó hasta mis oído y susurro con aquella voz ronca y lenta -luego no digas que no te lo advertí-espeto alejándose de golpe , dejándome con un remolino de confusión dentro de mi cabeza, sintiendo como aquellas simples palabras atravesaron mi ser, advirtiendo que lo que estaba por venir jamás lo olvidaría en mi vida