Dicen que cuando pierdes algo o alguien es cuando te das cuenta de lo mucho que lo necesitabas, de lo mucho que necesitabas esa atención. Te das cuenta de lo mucho que lo querías, de lo mucho que necesitabas escucharlo alagando tu persona. Te das cuenta que era la única persona que te entendía, de lo honesta que era y que estaba para ti en los momentos buenos y malos. De que era la única persona con la que podías sentirte libre, sentirte única, poder ser tú.