Todo en mi vida era tranquilo y maravilloso, siempre organizada y con mi planes trazados, manteniendo todo en orden y bajo control, hasta que... él llegó. Con su actitud tan espontánea y explosiva, pero sobre todo, su manera desordenada de querer hacer las cosas, en pocas palabras, mi vida entera se volvió un torbellino. Aun que he de admitir que me mostró otra perspectiva, para ver la vida desde otro ángulo y que a veces lo que no es planeado suele disfrutarse un poco más. Solo, hay que ser un poco espontáneos ✨All Rights Reserved
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