38 parti In corso Crecí sin una familia. El orfanato fue todo lo que conocí, y por mucho tiempo, pensé que era lo peor que me podría pasar. Todos los días, las mismas caras, los mismos pasillos fríos, las mismas reglas. ¿Quién necesitaba amor cuando lo único que te enseñan es a sobrevivir? Mi sueño era salir de allí, huir de esos muros que me apretaban el pecho, encontrar un lugar donde pudiera ser yo misma. El día que finalmente lo logré, el mundo me ofreció un espectáculo que nunca habría esperado. Creí que la libertad me salvaría, pero lo que vi me arrastró al abismo.
Aquel hombre... no lo olvidaré. En un abrir y cerrar de ojos, la vida se le escapó. No pude hacer nada más que observar cómo la muerte le arrancaba el alma, como si fuera solo un juego para aquellos que la dominaban. Vi cómo la sangre bañaba las calles, cómo el terror era el aire que respiraba. Desde ese momento, todo cambió. Mi vida dejó de ser solo mía. La pesadilla empezó a tener rostro, y no tardó en darme caza. No hay escape, no hay refugio. El mundo en el que soñé vivir no existía. Ahora, me adapto, me adapto o me muero. Y lo peor es que no me importa. Ya no creo en el futuro, solo en lo que puedo destruir para sobrevivir.