Estaba aburrida, así que pensé que podía hacer un libro con pequeñas historias graciosas salidas de mi imaginación un tanto fumada. ¡Advertencia! Puede ser un tanto ofensivo para algunas personas, así que mejor no lo leas. Estás a punto de leer un libro lleno de cosas estúpidas ( y extrañas que te harán cuestionar sobre mi salud mental ) que a la escritora se le ocurrió a las doce con doce de la madrugada. A propósito, vivimos en una sociedad dónde las tangas de hilo dental son lo máximo.