¡Se extinguen los hombres!

Un hombre no siente, un hombre pierde la emoción por el mundo y por el amor. Un hombre pierde la fe, un hombre vive por inercia. Un hombre es como un iceberg caminando por las calles, sin rumbo fijo.

A sus veinticuatro años, Ariel, había tenido cinco grandes fracasos a lo largo de su vida, los cuales solían marcar rigurosamente el compás de sus acciones.

Ariel, o (sirenita), como solían molestarle en la primaria. No era el típico cliché. Odiaba los clichés, graciosamente la vida era un cliché.

Entonces pareció entenderlo. ¡Se extinguen los hombres!

Acompaña a Ariel en su búsqueda para encontrar la solución ante la extinción de la creación más sublime del universo: ¡los hombres!

Pero el amor no es el cuento de hadas que nos relatan; es hiriente, algunas veces egoísta y frívolo. Suele dañar corazones sin piedad alguna, sólo recorre tu corazón de manera inquietante para luego irse, y jamás volver.

¡Bienvenido al blog de Ariel!

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