Todos asocian el tener dinero con una vida feliz, pero las cosas no son así, o por lo menos no para Tess. Una apuesta hizo que dejara su ciudad, confundida por el amor y consumida por el despecho, decide volver. ¿El inconveniente? Tendrá que vivir con él, Christopher, su primastro, el que jugó con ella. Pero ahora las cosas son diferentes, ambos tienen su propia apuesta, la cuál desconocen el uno de la del otro. ¿Qué pasará cuando los sentimientos colisionen? ¿Quedará espacio para el amor? El problema no está en tropezar con la piedra, sino en pensar después que ésta nos pertenece. « Creí que ella era mi juego y acabó jugando mejor que yo » Todos los derechos reservados | 2.014 ¤ Laura García.