Cuando le abrió la puerta un sábado por la noche, Tanjirou no pensaría que su primera vista sería el de una Zenko llorosa, maquillaje destrozado, ropa sucia y lagrimas derramándose por esa cara pálida y adolorida. Tanjirou la recibe en sus brazos, suspira cuando escucha el nombre de "Kaigaku" en esos labios temblorosos y él piensa que es hora de cambiar su noche de películas por una noche de helado de chocolate mientras consuela a la chica que le gusta.All Rights Reserved