AU. | Todoroki aún puede escuchar en su cabeza la voz de Midoriya, su risa y la manera tan dulce de hablarle. Recuerda también, en sus momentos de silencio, la mirada gentil y comprensiva con que le mira siempre que se dispone a revelarle sus problemas, y la forma tan delicada en que le seca sus lágrimas una vez que termina de contarle todo. Y quizás su error fue el haberse acostumbrado a eso. A verle todos los días, con sus ilusiones de intercambiar palabras con él sin descanso y el cómo tienen en común ciertas cosas. Izuku le hacía olvidar absolutamente todo con sólo respirar, y por ello olvidó del mismo modo que aquelllas sesiones llegarían tarde o temprano a su fin.