La noche del 31 de octubre, no solo Harry Potter perdió a su familia.
Neville Longbottom, esa noche y el resto de los años, tuvo que soportar con gran valentía como sus padres vivían sin saber realmente de él pues habían perdido la cordura.
Por otro lado, Darleen Slora perdió a su padre bajo las sangrientas manos de su madre, quien era una silenciosa seguidora del Señor Tenebroso y este, al morir esa noche, causo la locura en la mujer; Darleen solo se salvó por las almas caritativas de sus vecinos, los Tonks, quienes reportaron el incidente y Aaliyah Slora, fue encerrada en Azkaban.
Así, tres niños perdieron a sus padres de distintas maneras y automáticamente, sus destinos se comenzaron a escribir en sinfonía pero con situaciones con diferentes riesgos y personas.
Unos crecerían para el bien y otro para el mal aunque, en el mundo no habían colores muy oscuros ni muy claros, solo tonos grises.
Todos los personajes -a excepción de los Slora- le pertenecen a J.K. Rowling.