Contrario a lo que esperaba él se acercó a mi lentamente y cuando estaba justo frente a mí, giró para jalar el tallo de la flor y arrancarla, ofreciéndomela después. Mis mejillas se colorearon al instante en que sus ojos se posaron en los míos, mis manos encontraron el camino directo a la rosa, aceptándola.All Rights Reserved
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