¿Quién diría que tenía tantas palabras por decir?, ¿Tantos sentimientos de por medio junto a un vacío indescriptible?, Donde nada podía llenarlo, quizás el amor más puro y real podía hacerlo. Lástima que ella estaba destrozada, no creía en absolutamente nada ni nadie, quedando solamente un corazón marchito. Simplemente escribía palabras, palabras que deseó mostrárselas a alguien más, pintando colores carmesí en si rostro; rostro el cual hacía que su vida quizás valiera la pena. Quizás valía la pena luchar o tal vez... ¿No?