Erik Lehnsherr había perdido lo más importante de su vida: A Charles Xavier. Y aunque suene algo exagerado, él no pudo vivir sin él castaño durante varios años, pero cuando por fin se decide a dejarlo ir -por el bien de ambos-, las cosas no salen como las planeo. "Si la vida ya te ha trazado un destino, no importa los caminos que tomes, pues todos te llevarán a lo que es para ti"