-Eres un marica- dijo con repudio Ethan -Y tu un estupido- exclame avanzando con ira Cuando me acerque lo suficiente, lo tome del cuello de su campera de una manera no muy compasiva y estampe mis labios con los suyos. Enseguida Ethan respondió el beso, el beso era rudo, apasionante, fogoso, no buscaba tener compasión con él. No ahora, que lo necesitaba más de lo que me gustaría admitir.