para mi musa y sol naciente. encontrarnos no fue una coincidencia, sumergidos entre las estrellas nos desligamos y logramos engendrar nuestro pequeño pero apolíneo edén. catástrofe y violentos mares se avecinaban pero ¿acaso eran ellos impedimento para detener el insaciable amor que en mi florecía por el niño de ojos cerúleos y sonrisa abrasadora? tú me mirabas. yo solo escribía.All Rights Reserved