Lisa siempre ha vivido una vida muy planeada, organizada. Sentía que vivía tranquila y feliz sin altercados ni imprevistos que la atormentaran. Era feliz con su familia, sus pocas pero buenas amigas y Mark. Pero todo eso un día cambió y se dio cuenta de que la realidad era distinta. Seattle, la universidad y miles de aventuras la hicieron darse cuenta de que ella quería otra cosa, buscaba otra cosa. De que ella nunca había sido feliz. Y, así, sin organizarlo ni planearlo, conoció a su hilo rojo. Y nunca jamás podrá separarse de él.