Minghao supo en cuanto vió a Junhui aquella mañana que era la persona con quien querría pasar el resto de su vida. Todo lo que Junhui sabía era que no estaba dispuesto a sufrir nuevamente, así que por mucho que le gustara el chico de bonita sonrisa que conoció en la cafetería, correría de él tan lejos como fuera posible. Jun quiere huir, no quiere enamorarse para quedar en ruinas otra vez. Hao solo quiere que le dé una oportunidad de demostrarle que él puede ser su amante de cuento de hadas.