Geralt deseo con todas sus fuerzas que el molesto bardo desapareciera de su vida, sin saber cuánto se arrepentiría por desearlo. Dicen que los brujos no tienen emociones, pero Geralt lloro cuando su bardo cerro sus ojos para nunca más volverlos a abrir. Una suave melodía de un laúd comenzó a sonar por el valle haciendo que todo el cuerpo de Geralt se adormeciera. -Geralt de Rivia, el gran lobo blanco... -Tu destino ha cambiado, como diosa de la vida yo te concedo la inmortalidad ...y como oradora del destino me escucharan con atención. Mi hijo renacerá y no importa lo que hagas el siempre volverá a tu vida y te amará-indico la diosa con los ojos vidriosos-. Pero a partir del momento en que te conozca tendrás una luna para hacer que recupere sus recuerdos o de lo contrario morirá y no habrá poder alguno que lo altere. ... -Si haces que recupere sus recuerdos... tu dejaras de ser inmortal y podrás tener el final pacifico que tanto anhelaste...