cuando era pequeña mis padres fueron invitada a una boda y mi madre no queriendo dejarnos solos nos llevo a mi hermano y a mi , al menos ella sabia que no daríamos problemas cuando estamos mi hermano y yo juntos, ella sabia que yo era muy a apegada a mi hermano mayor agato, así que ella se tranquilizaba al ver que no causábamos problema alguno. durante la boda, en el tiempo de baile muchas personas salieron a bailar junto con los novios y mi hermano de quien yo estaba agarrada del brazo se alejo de mi después de que una multitud de personas lo alejaran de mi, me sentí completa mente sola, aislada y olvidada aun cuando me veía envuelta entre tantas personas.... sentí miedo no tenia a mi hermano conmigo y lo único que veía y escuchaba era la música y los invitados bailando. mientras me sentía así observe a los novios, eran una imagen resplandeciente, ellos destacaban en la pista de baile y por sobre todos estaban unidos aun con tantas personas a su alrededor y pensé quizá si bailo tal vez encuentre a mi hermano y no me separe de el jamas... igual que ellos tendría una sonrisa en el rostro.
baile y mi hermano me vio entre la multitud y se acerco e imitando los movimientos de los novios bailamos juntos....... en ese momento le dije a mi hermano que no se vuelva ha apartar de mi y le pregunte si el estaría junto a mi como los novios que imitábamos... en ese momento mi hermano miro a la pareja recién casada específicamente al novio y el solo le asintió ya que el pudo escuchar nuestra conversación... mi hermano mirándome me dijo - mi hermana te amare aunque la muerte nos separe-.
quizá mi hermano no sabia la dimensión de sus palabras en ese momento, y no estoy segura si las recuerda, pero de lo que si estoy segura es que yo jamas olvide sus palabras..... y siempre resonaron en mi cabeza - "te amare aunque la muerte nos separe"-.
Abbie tiene un problema y la solución está en la puerta de al lado.
¡Ella no ha hecho nada malo! Sin embargo, su excompañera de hermandad la ha puesto en un aprieto en donde su futuro universitario pende de un hilo.
Con el tiempo corriendo, pánico y una mejor amiga experta en dar soluciones, Abbie explora las opciones, pero no tarda en darse cuenta de que Damiano, el frío jugador de hockey y su ceñudo compañero de piso, es la respuesta.