Hay algo en la vida de cada persona que la cambia para siempre. El cambio es algo inevitable. Nos hace crecer, aprender, y reflexionar sobre aquello de lo que realmente queremos en la vida. Pero, por más que implique sacar la mejor versión de uno mismo, no siempre son lo mejor. Elaine es una chica de diecisiete años, aficionada por la fotografía y el deporte. Leal a los viernes de karaoke con sus mejores amigos y amante de las cenas familiares. Se podría decir que tiene una vida común. Pero no es así. A los quince años, Elaine sufrió un accidente de auto que la dejó con una lesión medular, obligándola a vivir su adolescencia en una silla de ruedas y con visitas al hospital todos los meses. Las visitas al Saint Mary's Hospital son algo a los que Elaine ya está acostumbrada luego de dos años. Ya conoce a cada doctor, enfermera y habitación de ese edificio. Incluso ha hecho amigos, aunque algunos duraron menos que otros. Sin embargo, una de sus últimas visitas hizo replantearle de nuevo su mundo. Pero esto requerirá de mucha fuerza y voluntad de su parte. Deberá hacer más viajes, someterse a más exámenes y forjar nuevos vínculos, con personas a las cuales no creía que podría aferrarse tanto. Quizá los cambios no sean tan malos después de todo.